viernes, 1 de noviembre de 2019

PROTEJAMOS A LAS TORTUGAS.

La amplia gama de tortugas marinas que habitan en Colombia da cuenta de la diversidad biológica que poseen nuestros dos océanos. Las tortugas marinas no son iguales, cada especie cumple una función específica en el ecosistema. 


¿Sabías que de cada 1000 tortugas marinas sólo 1 llega a la edad adulta? Desde que nacen, las tortugas marinas enfrentan múltiples amenazas. Conócelas aquí:



Comercio ilegal de su caparazón: Utilizado para realizar artesanías con sus escudos. Particularmente, de la tortuga carey.
Pesca incidental: Las tortugas caen atrapadas en los anzuelos y redes de los pescadores de la zona, en la mayoría de los casos las tortugas se ahogan debido a que no son capaces de salir a respirar en superficie.

Saqueo de nidos: En las zonas de anidación los huevos son objeto de consumo por depredadores naturales como roedores, perros e incluso por el ser humano.


Contaminación: Elementos como las bolsas plásticas, las latas o los pedazos de icopor pueden ser ingeridos por las tortugas quienes las confunden con alimento. Además, la presencia de estos elementos en las playas puede retrasar su llegada al mar.

Construcciones: La infraestructura hotelera, las luces de las construcciones, el intenso tránsito humano y de vehículos, el ruido y la contaminación causada por el desarrollo costero, hacen prácticamente imposible que una hembra llegue a una playa a desovar.



La protección de las tortugas marinas, animales que transitan sin visas por los océanos, requiere de un esfuerzo regional que trascienda fronteras e ideologías políticas. Las embajadoras del mar necesitan, más que nunca, que trabajemos juntos para protegerlas”.

Diego Amorocho – Director de Especies para América Latina de WWF.